sábado, 26 de diciembre de 2009

Siempre empezamos igual

Fue para estas épocas en que yo me había creado mi viejo, querido y bien ponderado blog; el que empezó fruto de la bronca que me causó ver a una de mis cuñadas dándose besos de lengua con uno de sus siete perros en el mismo momento del brindis navideño, mientras la mayoría descartaba el pan dulce o la garrapiñada que venían saboreando.
Es que no se puede ser tan asquerosa y ensima desconsiderada, no se puede andar haciendo alarde de las cosas que no son agradables a la vista de la mayoría y que atentan contra el buen gusto como así también con la pulcritud y prolijidad de algunas de las relaciones que se tejen en los senos familiares.
Para ser concisa fue ese el motivo por el cual yo una noche agarré y me senté en esta misma computadora, allá en diciembre del dosmilocho.
Pero si otra vez, diciembre, pero de dosmilnueve, me encuentra sentada acá, a las doce de la noche, algo debe haber andado mal dentro de las últimas horas pasadas.
Y sí, debe ser.
Es.
La misma cuñada mía, resultó que se separó de su marido en marzo de este año (supongo que al cerdo de su concubino le cayó la ficha en aquel momento), lo inquietante, esta vez, es que la misma con el mismo caen con arsenal de regalos a sentarse a nuestra mesa en la Nochebuena.
Asquerosa, desconsiderada y desubicada.
¿Por qué tengo que empezar todos mis blogs así?

1 comentario:

Mariela Torres dijo...

Empezaste el blog el día de mi cumpleaños, ahora este blog y yo cumplimos años el mismo día.

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